Fantasmas en los espejos y unos cuantos crucigramas perdidos entre las lágrimas de un café y acordes desesperados menores.La resaca de una noche entre sábanas transpirando sueños escondidos en las
manos. Tu risa se entrecortaba al compás de una sinfonía de Mozart hundiéndote en vino tinto y yo, fiel espectadora del melodrama nocturno bailaba sobre tus sienes...
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