jueves, 4 de diciembre de 2008

Sábanas sucias

No lograba distinguir el verdadero color de su mirada cuando penetraban en ella aquellas palabras que, sin dudas, lograron destruir la poca integridad emocional que conservaba luego de aquel hecho. Parecía desentendida de todo lo vivido, como si una ráfaga enfermiza de desencanto se hubiera apoderado de aquel brillo que irradiaba tiempo atrás.
Debía aceptarlo, las tonalidades de su rostro no eran las mismas, se acemejaban a las viejas cicatrices de los árboles que se encontraban en su vereda, la cual no caminaba desde aquel trágico evento. Pensó que él la engañaba... creyó imposible el hecho de reconocer su rostro, su cuerpo, su vida frente aquel espejo que se encontraba imbatible delante de sus ojos. Las palabras no cesaron de salir con una verborragia incontenible de su boca hasta finalmente romper en llanto para luego desahogar el primer grito que sólo negaba su imagen... la rechazaba.
Quizás sólo sea locura, reflexionó de pronto. Acto seguido se recostó sobre sus sábanas sucias y comenzó el mismo tramite de cada noche, olvidarse de sí.

No hay comentarios: