lunes, 8 de junio de 2009

Que saltes al vacío y que no vuelvas nunca

Noches como esta, son las del silencio.

Las que no sé qué palabra vendrá luego de la que escribo...
Son noches en las que el cigarrillo sabe más amargo de lo habitual y el café no satisface la ansiedad.
Noches en las que ninguna luz basta para iluminar mi rostro.
No encuentro melodía que vaya al compás momento.
No hay imagen que represente la sensación que se esparce mi pecho....
Porque lo que siento esta noche, es la nada...

La nada de vos.
La nada de mi.
La nada.
La que se infiltra y dibuja pequeños vacíos,
vacíos que de vez en cuando, llevan tu nombre y el mío.

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